Cosas de Carteros

El Plan Estratégico del 2000, (Arias Salgado-Esteruelas- PW) incluía entre sus “objetivos” uno insólito para entonces: “cambiar la cultura y motivar”, es decir, conseguir que el colectivo postal se concienciara para “abrirse a la sociedad” (= nada de monopolio) y “motivarse” (= nada de puestos fijos). Las recomendaciones postales que daba PW como conclusión en su Informe, no eran nada para las que ha ido dando la buena de la consultora en las sucesivas adjudicaciones de contratos que la Administración española le ha ido dando (igual PP que PSOE, que cosas), pero ya se adivinaba por dónde iba a ir la solución final:

http://www.fomento.es/NR/rdonlyres/E39B2A48-FB9D-429C-8258-AB06CEF7B863/22652/PWC_traduccion_MFOM.pdf

La voracidad del anónimo capital internacional quiere invertir en empresas postales. Si se controlan los flujos logísticos seguro que se controlan más cosas (una gigantesca “valija diplomática” alrededor del mundo), además de blanquear y ganar trillones de dineros.

Europa es un caramelo, en el medio de todos los caminos, en el centro de todas las rutas. En esencia, ningún servicio postal de ningún estado miembro debería ser superior a otro, pero se ha apostado más (más inversión, a ganador) en los países dónde el desarrollo tecnológico es mayor, y el nivel de vida es más alto.
Pero el sur también existe, incluso en Europa. Los países meridionales, económicamente menos afortunados (en términos de población) no pueden encajar la “liberalización” (= desaparición del Correo público –tradicional-)…porque el hecho cultural del Correo sustenta la propia supervivencia de sus poblaciones. Hablar del Correo sólo en términos económicos, ignorando su papel de primer orden (a veces único, mientras no se demuestre que el 98% del territorio está conectado :-) ) en la comunicación social, o su función en la cohesión territorial, o ignorar la figura del cartero como un quijote en la defensa del territorio, (ya sin tren, sin cura, sin médico, sin maestros, sin farmacéutico, sin guardia civil ¿cuántas poblaciones?) es un escándalo democrático, propio de exponer al Defensor del Pueblo y a las los Tribunales Internacionales de Derechos Humanos. El Gobierno “quiere” liberalizar, a veces “corre” empujado por los malas compañías (aprobación del RD de Acceso, Reforma del Reglamento, Regulador Postal ) pero igual se tienta la ropa antes de intentarlo…mientras se marea cual perdiz a un colectivo de 65.000 trabajadores, de los que tres cuartos y medio son personal de base.

La civilización europea no puede y no debe prescindir del correo público. Si sólo podemos ver a Europa convertida en un mapa de “polis” (con todos los servicios, con toda la población) estamos condenado al medio rural a la desaparición, y las formas de vida “alternativas” al ridículo, y precipitando la destrucción, en general, de todo lo que pueda significar “otra forma” de vivir (sin pagar por todo y todo).

Se equivocan los que sólo defienden una subida de salarios (pan pa hoy, hambre pa mañana). La defensa a ultranza va sobre un modelo postal que permita el trabajo digno con salario suficiente, y la vida humana (con sus cartitas de amor) para los que no quieran, y sobre todo para los que no puedan, acceder a otras formas de comunicación sin pagar, y mucho, de momento.

El Sistema (Gobierno, sindicatos, patronal privada, inversores multinacionales) no piensa en los ciudadanos, sino en sus cielos (respectivos) prometidos. De los ciudadanos, de los trabajadores de Correos, debe salir una respuesta de poder para el poder. Y pronto.

"Los países meridionales, económicamente menos afortunados (en términos de NIVEL ADQUISITIVO DE LA población)"

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