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Linchamiento Mediático = Eco-Escéptico: Eppur si muove...

O Paxo de Raxoi


Antes de nada me gustaría matizar, que tanto donde he vivido, como en mis años mozos de Universidad "Física" he militado activamente en movimientos ecológistas -aunque disentí profundamente del mal llamado asamblearismo perrsonalista y de clanes...-, he recogido literalmente "mierda" llenando bolsas industriales, mientras él que se hacía la foto y salía en la tele ascendía entre la extremaizquierda y movimiento verde a cotas políticas de consejerías y demás al respaldo del nacionalismo típicamente de derechas...

Eso no me convirtió en Eco-Escéptico, todo lo contrario, me reafirmó sobre lo que pienso de Nosotros mismos la raza humana, no me olvido que siempre que puedo participo en limpieza de fondos marinos y mi amor casi reverencial por el bello y noble arte de la vela, que no significa tener un velero de 12 metros valorado en otros tantos millones de pesetas...

Aludo a una posición personal acerca de lo tristemente ocurrido con los compañeros Pfv's y cómo los que nunca han participado, ni apoyado, ni aportado nada (ni aquí ni en muchos otros lugares, lo digo con conocimiento de causa...) me intentaron vituperar co mayor o menor acierto, pienso que se llevaron algunas joyitas de mi boca, pues pa'linchamientos tengo los güevos escaldados - después de aguantar latigueiros y mierdecillas de cuadros medios en Correos S.A. "la repanocha pública" -
.


Para más INRI he trabajado de becario en un Departamento de Energía y Medio Ambiente, y durante un semestre estuve becado mediante Sócrates en un Centro europeo nada nada de ser Max-sospechoso de estar a favor de la contaminación...


Pero al ver que el "estimado" representante político y Registrador de la Propiedad D. Mariano Rajoy suelta ex abruptos nada oportunos, para la competencia política (suya culpa el tener un pronto tan sincero..) y observar los lanzamientos a la yugular y a su propia epiglotis de dagas, cuchillos y demás artillería más propia de la sección de Jardinería del Leroy Merlín, pues me ha enternecido y siento que debo de clamar por sus razones aunque su opción política me produzca urticaria excepto en Economía (macro) y en Política Exterior/Defensa mayormente, lo de la Seguridad sería un tema a puntualizar con bastantes claros-obscuros.



Bueno, antes de enternecernos con la "1 Verdá incómoda" de a 1/4 millón $ la conferencia, no vendría nada mal plantearse algunas pequeñas preguntas...

Política Ambiental y la Sociedad del Riesgo
http://blog.pucp.edu.pe/item/5260

El enigma de la docilidad
http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=26760

Bloch y la responsabilidad ambiental
http://revista-theomai.unq.edu.ar/numero9/artdanielgutierrez9.htm

El peligro no es el clima, sino el crac financiero
http://www.larouchepub.com/spanish/other_articles/2007/0406_helga_clima.htm


Pese a todo no le viene mal al starsystem retrógrado que la Ecología esté en un punto álgido gracias a la mecadotecnia y habría que recordar las fábulas y metáforas de la Biblia para poder captar la atención de Nosotros el simple vulgo.


Pos'eso, Rajoy pecó de sincero algo fatídico en política, el precio de ser como los infantes y los borrachuzos. :-)

··········································································································································

Nota: aclaro algo acerca de mi trayectoria académica, para darle algo de credibilidad a mi posicionamiento, pues demasiada gente de "letras" alude al efecto invernadero y a la prohibición de los CFC's, invocando incluso párrafos acerca del premio nobel de Química sobre el estudio de la destrucción del ozono en capas de la atmósfera en los primeros 70's; ya puesto en entredicho con el pasar de los años...

Etiquetas: ,

"tantos millones de pesetas..."

Qué antiguo... :-)


Pues me alegro que de usted estas respuestas porque esta misma semana se debatió la cuestión en un aula x.

La gente parece tener más claro de lo que parece lo que ha pasado.
El Sr. Rajoy ha tenido un error de principiante, Imperdonable en un político experimentado. Primero por que el tema "ecológico" va en su programa político, y su información oficial no debería provenir de "su primo", sino de sus asesores, o de su propia indagación sobre un tema tan principal. Sospecho que el propio ZP habría hecho lo prpio, porque la cuestión es que los asuntos medioambientales interesan MAS BIEN POCO a la clase política del color que sea, y claro , todo el mundo tiene un primo "enterao".

Segunda cuestión, "el calentamiento global" o cualquier otra pollez referida al planeta, no es algo contra lo que se pueda luchar con armas de caballero andante: el planeta lleva trillones de años sometido a experiencias de no te menées: glaciaciones, pluviales, corrimiento de placas, inmersión de continentes...por no hablar de la entrañable desaparición de la family dinosaurio´s bajo la lluvia de ácidos sulfúricos, amén de choques de meteóritos y visitas de seres inteligentes, que no dejaron ni una pizca de ADN de muestra en ningún humano.
O sea, que el planeta se calienta (es ciertisímo) por la mala cabeza de los humanos que lo gobiernan y lo habitan: demasiados chismes que dan calor, y demasiadas emisiones de mierda orgánica...pero de nada de eso es responsable el Sr. Rajoy... a no ser que fume y entonces le fusilamos al amanecer.


Creo que sigo en II.....

Bueno, pues que los que deben hacer que el planeta "invierta" su peligrosa espiral, no son los pobres ciudadanos que bastante tienen con creérse que lo de ahorrar agua les facilitará ducharse con la vecina...son los poderosos Gobiernos que firman u NO firman el protocolo de Kioto...que contiene los puntos adecuados de incidencia para aliviar la situación...

Así que sólo en la cabeza de un americano Gore :-) cabe montar un circo itinerante y carisímo para explicar lo que sabe, e incluso contradiría cualquier profes@r de instituto/universidad españ@l...puertas cerradas, periodistas fuera...el caso es cobrar a todos los tontos por oir lo mismo cada vez...pero sin que lo divulgue nadie...

Y llegados a este punto, el profe , que me está empezando a tomarme la medida y quiere saberlo todo sobre mi cabecita me dice, -en su idioma-: No estamos hablando del Sr. Gore, hablamé del Sr. Rajoy...sí ,-digo yo- para que te enteres de lo que me dice mi primo...me han puesto un 0 en conducta...pues bueno...

La Zepp–LaRouche lo pone blanco sobre negro en el Resumen Ejecutivo...

Protocolo de Kioto:


http://unfccc.int/
resource/docs/
convkp/kpspan.pdf

http://es.wikipedia.org/wiki/
Protocolo_de_Kioto_sobre_el_cambio_clim%C3%A1tico

http://es.wikipedia.org/wiki/Protocolo_de_Kioto_sobre_el_cambio_clim%C3%A1tico

El Semanal
28.10.07
Patente de corso
Arturo Pérez-Reverte


Inocentes, pero menos

Tendemos a confundir inocencia con ignorancia. Pensaba en eso el otro día, viendo en la tele los estragos que cuatrocientos litros de agua por metro cuadrado pueden hacer en la estupidez y el desinterés del ser humano por las realidades físicas del mundo real en el que vive. Creemos que metiendo maquinaria y cemento podemos mover montañas, alterar cauces de ríos y cambiar el paisaje a nuestro antojo, vulnerando impunemente las leyes naturales. Nos consideramos, arrogantes, a salvo de todo, hasta que un día el Universo se despereza, bosteza un poco y pega cuatro zarpazos al azar. Entonces resulta que el coqueto paseo marítimo de Benicapullos de la Marineta, que costó una tela, hay que demolerlo porque corta el paso a las aguas embravecidas que vuelven a correr por donde siempre corrieron desde hace siete millones de años; y que la urbanización de adosados, construida en la orilla misma del río Manolillo, se va a tomar por saco llevándose los coches, los bajos de las casas, a las abuelitas jubiladas y cuanto encuentra por delante. Luego, claro, la culpa la tiene el Pesoe, o el Pepé, o el alcalde, o Protección Civil. Los demás nos manifestamos llorando, o cabreados, pero sin culpa de nada. Exigimos indemnizaciones al Estado para recomponer nuestras vidas, y nos lamentamos porque la razón y el telediario nos asisten. Somos víctimas inocentes.

Sin embargo, siempre hubo diluvios y volcanes. Las playas de tal o cual sitio son idílicas precisamente porque, segura de que allí cada cierto tiempo el mar pega un sartenazo, la gente se iba a vivir a otra parte, por si acaso. Los maremotos, por tanto, no son culpables de nada. Ni los terremotos. Ni lo que sea. Siempre estuvieron ahí, y hasta los animales salvajes buscaban su guarida en otros pastos. De pronto, en los últimos treinta años, o cien, o los que sean, hemos decidido, porque nos conviene, que una riada, un tsunami o una erupción de lava son fenómenos posibles, pero improbables. Así que, oiga. Ya sería mala suerte. Por una ola gigante cada siglo y medio, por una Nueva Orleáns cada cinco, no vamos a desperdiciar la playa tal o la parcela cual, que piden ladrillo a gritos. Así que llenamos de pisos el Vesubio, reconstruimos San Francisco en el mismo sitio, y situamos quince mil plazas hoteleras en una playa que está a treinta kilómetros en línea recta del volcán submarino más próximo. Y venga vuelos de bajo coste, mojitos de ron y mariachis. Con todos muy felices, claro, y fotos para la familia, y los niños jugando en playas vírgenes de arena blanca, hasta que un día el mar y el azar dicen: hoy toca. Y adiós muy buenas, chaval. Más fiambre para el telediario. O sea. Más víctimas inocentes.

Antes, al menos, había excusa. O justificación. No siempre éramos culpables de los efectos letales de nuestra ignorancia, porque la sabiduría no estaba al alcance de todos. Estudiar era difícil, y los cuatro canallas con corona o sotana que manejaban el cotarro eran incultos o procuraban, en bien de su negocio, que la chusma lo fuera. El hombre ignoraba que el mundo es un lugar peligroso y hostil donde al menor descuido te saltas el semáforo; o lo sabía, pero no contaba con medios para evitar el daño. Sin embargo, hace tiempo que esa excusa no vale, al menos en lo que llamamos Occidente. De Pompeya a las playas asiáticas, de Troya a las Torres Gemelas, el imbécil occidental –ustedes y yo– dispone de treinta siglos de memoria escrita que se pasa por el forro de los huevos. Tenemos colegio obligatorio, televisión e Internet, y nunca hubo tanta información circulando. Quien no sabe es porque no quiere saber. Ahora somos deliberadamente ignorantes porque resulta más cómodo y barato mirar hacia otro lado y creer que nunca va a tocarnos a nosotros. Hasta que toca, claro. Hasta que el piso que compramos sin fijarnos en que estaba en el cauce de un río seco se nos llena de agua. Hasta que el viaje basura de quince euros que contratamos con una compañía cutre para sentirnos millonarios tres días bebiendo piña colada mientras nos llaman Buana o Sahib, nos deja tirados en el aeropuerto. Hasta que la hipoteca que nos atamos al cuello sin averiguar antes si cuando todo se vaya al diablo podremos pagarla, nos revienta en la cara y nos deja en la puta calle. Entonces, sí. Entonces somos víctimas inocentes, pedimos compasión, ayuda internacional y soluciones a cargo de los presupuestos del Estado, y exigimos responsabilidades a la compañía aérea, y a la cadena hotelera, y al gobierno, y a Dios, mientras agitamos en alto nuestros inútiles billetes de avión, nuestras letras que no podemos pagar, nuestras casas inundadas y nuestros muertos.

ABC
29.10.07

La Tierra se muere de Humanidad

ANNA GRAU. NUEVA YORK.

Naciones Unidas pronostica la ruina de la especie y del planeta. Un nuevo informe advierte que la sexta extición masiva de especies puede estar a las puertas, si no se supedita todo a la sostenibilidad ecológica de aquí al año 2050.
No hay crisis medioambiental. No hay crisis de desarrollo económico. No hay crisis energética. Son tres cabezas de la misma hidra, de una sola gran crisis que lo explica todo. Hay una crisis de Humanidad. Un suicidio masivo que era lento empieza a acelerarse vertiginosamente, avisa el último estudio del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP, por sus siglas en inglés).
En 1987 apareció el informe Bruntland sobre el futuro común del planeta. Veinte años después la ONU lanza este Geo-4, que llena 572 páginas. Han tenido participación directa en él 390 científicos. Los que han participado indirectamente son más de 1.000. Y sus conclusiones son para echarse a llorar: no sólo no se han cumplido las expectativas de respuesta a los problemas de hace veinte años, sino que aquellos propósitos ya están peor que obsoletos. Es como si hubiéramos pasado de tener dolor de cabeza a cáncer antes de aprender ni siquiera a abrir el tubo de aspirinas.
En la presentación pública del informe de la UNEP, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, advirtió de que esta situación «compromete décadas de avances de la Humanidad, mina los cimientos de la lucha contra la pobreza y podría llegar a poner en peligro la paz internacional y la seguridad».
Voracidad económica
La alerta más destacada es que la Humanidad vive por encima de sus posibilidades y de las del planeta. El hambre en el mundo dejará de ser pronto una injusticia para ser algo que ninguna revolución podría resolver. Ya son muchas las muertes evitables por falta de recursos como el agua. Y pueden llegar a ser muchas más.
Hacen falta 21,9 hectáreas para producir los recursos necesarios para las necesidades de una sola persona. Al ritmo actual de crecimiento demográfico, la Tierra puede ofrecer 15,7 hectáreas por persona. Ante ello las personas no sólo no nos apretamos el cinturón, sino que aún despilfarramos más los recursos. Las cuentas no salen, ni pueden salir de ningún modo.
El agua es un punto particularmente crítico. El 70 por ciento de la que se usa es para regar, pero resulta que los Objetivos del Milenio de la misma ONU exigen doblar la producción de alimentos de aquí a 2050. ¿De dónde va a salir el agua, si ahora ya escasea, y en 2025 su uso sólo para beber habrá crecido un 50 por ciento en los países desarrollados, y un 18 por ciento en los que están en vías de desarrollo?
Agua, poca y contaminada
La UNEP advierte que la escasez de agua potable pronto será «intolerable» en los países secos, como es el caso de España. ¿Llegaremos a hacer la guerra no por el petróleo sino por el agua? Claro que mucho antes de sufrir la carencia del recurso habrá que acostumbrarse a que su sabor y su calidad desciendan en picado. El agua contaminada supone ya hoy la primera causa de enfermedad y de muerte en el mundo.
Hay muchas especies amenazadas de extinción, a una velocidad cien veces más rápida de lo normal. Los niveles de pesca casi triplican lo sostenible para seguir garantizando que haya peces en los océanos. Está amenazada la continuidad del 30% de los anfibios, el 23% de los mamíferos y el 12% de las aves. Una de las razones es el intrusismo entre especies, a veces provocado accidentalmente por la globalización, a veces determinado por la acción del hombre, ya sea como supremo agente contaminante, ya sea como supremo predador de los ecosistemas.
Ésta es la primera vez que la UNEP desglosa para las distintas regiones del mundo sus previsiones de impacto negativo del cambio climático. En Europa dibuja un escenario dantesco de hiperproducción e hiperconsumo. Las consecuencias son un gasto energético delirante y el colapso de las grandes ciudades por los problemas de transporte y por el rápido deterioro de la calidad del aire.
En África el reto más dramático sigue siendo cómo dar de comer a la gente. La producción de comida per cápita ha descendido un 12% desde el año 1981, cuando ya estaba muy lejos del ideal. La degradación y desertización de la tierra cultivable avanzan a un ritmo galopante y descorazonador.
Ciudades irrespirables
La zona de Asia y el Pacífico tiene que prepararse para hacer frente a metrópolis cada vez más irrespirables y al dramatismo en la falta de agua y de tierra. La degradación de los ecosistemas es ahí especialmente rápida en concordancia con un desarrollo industrial y tecnológico tardío pero brutal, y que no atiende a razones.
Toda la América latina y el Caribe se consideran especialmente vulnerables a los efectos del calentamiento global, particularmente la degradación de las costas y la polución marina. También hay muchas amenazas para la biodiversidad derivadas del efecto explosivo de los gases invernadero y del crecimiento ingobernable de las megalópolis.
En las zonas polares la factura del cambio climático será estremecedora: sin necesidad de llegar a la temida fusión de los polos, la salud de sus pobladores ya está muy amenazada por la alta concentración de mercurio y otras sustancias contaminantes en el entorno del que obtienen toda su alimentación. Mientras que el agujero de la capa de ozono necesitará no menos de cincuenta años para recuperarse.
El informe traza hasta cuatro posibles escenarios de aquí a 2050. La conclusión es que, o se prioriza de una vez la sostenibilidad, sea cual sea el coste en términos de crecimiento económico, o habrá que atenerse a las consecuencias: la Tierra ha experimentado cinco extinciones masivas de especies en 450 millones de años. La última fue hace 65 millones de años. La sexta puede estar a la vuelta de la esquina.

ABC
29.10.07

La Tierra se muere de Humanidad

ANNA GRAU. NUEVA YORK.

Naciones Unidas pronostica la ruina de la especie y del planeta. Un nuevo informe advierte que la sexta extición masiva de especies puede estar a las puertas, si no se supedita todo a la sostenibilidad ecológica de aquí al año 2050.
No hay crisis medioambiental. No hay crisis de desarrollo económico. No hay crisis energética. Son tres cabezas de la misma hidra, de una sola gran crisis que lo explica todo. Hay una crisis de Humanidad. Un suicidio masivo que era lento empieza a acelerarse vertiginosamente, avisa el último estudio del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP, por sus siglas en inglés).
En 1987 apareció el informe Bruntland sobre el futuro común del planeta. Veinte años después la ONU lanza este Geo-4, que llena 572 páginas. Han tenido participación directa en él 390 científicos. Los que han participado indirectamente son más de 1.000. Y sus conclusiones son para echarse a llorar: no sólo no se han cumplido las expectativas de respuesta a los problemas de hace veinte años, sino que aquellos propósitos ya están peor que obsoletos. Es como si hubiéramos pasado de tener dolor de cabeza a cáncer antes de aprender ni siquiera a abrir el tubo de aspirinas.
En la presentación pública del informe de la UNEP, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, advirtió de que esta situación «compromete décadas de avances de la Humanidad, mina los cimientos de la lucha contra la pobreza y podría llegar a poner en peligro la paz internacional y la seguridad».
Voracidad económica
La alerta más destacada es que la Humanidad vive por encima de sus posibilidades y de las del planeta. El hambre en el mundo dejará de ser pronto una injusticia para ser algo que ninguna revolución podría resolver. Ya son muchas las muertes evitables por falta de recursos como el agua. Y pueden llegar a ser muchas más.
Hacen falta 21,9 hectáreas para producir los recursos necesarios para las necesidades de una sola persona. Al ritmo actual de crecimiento demográfico, la Tierra puede ofrecer 15,7 hectáreas por persona. Ante ello las personas no sólo no nos apretamos el cinturón, sino que aún despilfarramos más los recursos. Las cuentas no salen, ni pueden salir de ningún modo.
El agua es un punto particularmente crítico. El 70 por ciento de la que se usa es para regar, pero resulta que los Objetivos del Milenio de la misma ONU exigen doblar la producción de alimentos de aquí a 2050. ¿De dónde va a salir el agua, si ahora ya escasea, y en 2025 su uso sólo para beber habrá crecido un 50 por ciento en los países desarrollados, y un 18 por ciento en los que están en vías de desarrollo?
Agua, poca y contaminada
La UNEP advierte que la escasez de agua potable pronto será «intolerable» en los países secos, como es el caso de España. ¿Llegaremos a hacer la guerra no por el petróleo sino por el agua? Claro que mucho antes de sufrir la carencia del recurso habrá que acostumbrarse a que su sabor y su calidad desciendan en picado. El agua contaminada supone ya hoy la primera causa de enfermedad y de muerte en el mundo.
Hay muchas especies amenazadas de extinción, a una velocidad cien veces más rápida de lo normal. Los niveles de pesca casi triplican lo sostenible para seguir garantizando que haya peces en los océanos. Está amenazada la continuidad del 30% de los anfibios, el 23% de los mamíferos y el 12% de las aves. Una de las razones es el intrusismo entre especies, a veces provocado accidentalmente por la globalización, a veces determinado por la acción del hombre, ya sea como supremo agente contaminante, ya sea como supremo predador de los ecosistemas.
Ésta es la primera vez que la UNEP desglosa para las distintas regiones del mundo sus previsiones de impacto negativo del cambio climático. En Europa dibuja un escenario dantesco de hiperproducción e hiperconsumo. Las consecuencias son un gasto energético delirante y el colapso de las grandes ciudades por los problemas de transporte y por el rápido deterioro de la calidad del aire.
En África el reto más dramático sigue siendo cómo dar de comer a la gente. La producción de comida per cápita ha descendido un 12% desde el año 1981, cuando ya estaba muy lejos del ideal. La degradación y desertización de la tierra cultivable avanzan a un ritmo galopante y descorazonador.
Ciudades irrespirables
La zona de Asia y el Pacífico tiene que prepararse para hacer frente a metrópolis cada vez más irrespirables y al dramatismo en la falta de agua y de tierra. La degradación de los ecosistemas es ahí especialmente rápida en concordancia con un desarrollo industrial y tecnológico tardío pero brutal, y que no atiende a razones.
Toda la América latina y el Caribe se consideran especialmente vulnerables a los efectos del calentamiento global, particularmente la degradación de las costas y la polución marina. También hay muchas amenazas para la biodiversidad derivadas del efecto explosivo de los gases invernadero y del crecimiento ingobernable de las megalópolis.
En las zonas polares la factura del cambio climático será estremecedora: sin necesidad de llegar a la temida fusión de los polos, la salud de sus pobladores ya está muy amenazada por la alta concentración de mercurio y otras sustancias contaminantes en el entorno del que obtienen toda su alimentación. Mientras que el agujero de la capa de ozono necesitará no menos de cincuenta años para recuperarse.
El informe traza hasta cuatro posibles escenarios de aquí a 2050. La conclusión es que, o se prioriza de una vez la sostenibilidad, sea cual sea el coste en términos de crecimiento económico, o habrá que atenerse a las consecuencias: la Tierra ha experimentado cinco extinciones masivas de especies en 450 millones de años. La última fue hace 65 millones de años. La sexta puede estar a la vuelta de la esquina.

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